E s difícil describir la belleza natural de una playa sin que sus características principales sean las de aguas cristalinas y temperaturas elevadas para torrarte al sol, pero sin lugar a duda la Playa de Jökulsárlón es una de estas. En este insólito lugar, la naturaleza ha creado una postal con arenas prácticamente negras y rodeado de cristalinas formaciones de hielo de todos los tamaños y formas que te puedas imaginar y que en algunas ocasiones nos hacen sentir como si estuviéramos rodeados de piedras preciosas.
La playa de Jökulsárlón se encuentra en el extremo sur de Islandia, justo debajo del lago Jökulsárlón, uno de los mayores lagos de Islandia de origen glaciar. Los Icebergs que se desprenden de este enorme glaciar, pasan a formar parte del lago que a su vez se encuentra comunicado con el mar por un corto rio que arrastra los Icebergs dejando la Playa de Jökulsárlón repleto de estos cristalinos monumentos naturales. El espectáculo que se forma en este lugar es digno de visitar y si nos acercamos a primera hora de la mañana cuando la luz es dorada y se refleja en cada uno de estos cristales de hielo, se convierte en un lugar realmente mágico.
Durante uno de mis viajes a Islandia, me acerque a la Playa de Jökulsárlón una tarde con tal de buscar localizaciones. El día estaba nublado y con una luz muy azulada pero fue suficiente para decidir que tenia que dedicarle un amanecer completo, debido a las increíbles posibilidades fotográficas que mostraba.
No podia imaginarme que la mañana que escogí para visitarlo, el cielo se abriría justo en el momento en que el sol intentaba levantarse por el horizonte, ofreciéndonos una tenue y dorada luz que parecía durar interminablemente.
